Podemos quejarnos porque los rosales tienen espinas o alegrarnos porque los espinos tienen rosas
Explicación
Esta frase atribuida a Abraham Lincoln, el decimosexto presidente de los Estados Unidos, enfatiza una perspectiva optimista ante los retos de la vida. Lincoln, conocido por su sabiduría y liderazgo durante períodos críticos como la Guerra Civil Americana, destacó la importancia de la actitud al enfrentar las adversidades. Al mencionar los rosales y los espinos, se refiere a cómo podemos enfocarnos en los aspectos negativos o positivos de cualquier situación. En este dicho, las rosas representan lo bello y valioso de la vida, mientras que las espinas simbolizan las dificultades y desafíos. Lincoln nos invita a apreciar y valorar lo positivo, a pesar de las inevitables dificultades que podamos enfrentar.