Genio y figura hasta la sepultura
Explicación
Este famoso refrán refleja la idea de que las características fundamentales de una persona, ya sea su personalidad (‘genio’) o su apariencia (‘figura’), se mantienen a lo largo de su vida, hasta la muerte. El refrán es una especie de recordatorio simpático de que, aunque intentemos cambiar o ajustar ciertos aspectos de nosotros mismos, nuestra esencia más profunda suele permanecer inalterada. Es una celebración de la **autenticidad** y del ser fiel a uno mismo. En muchos casos, se utiliza de forma cariñosa para resaltar la **consistencia** de alguien. Por ejemplo, aquel amigo que siempre llega tarde, a pesar de sus esfuerzos por ser puntual. O la abuelita que nunca deja de contar las mismas historias con el mismo entusiasmo. Este dicho nos invita a aceptar y querer a los demás tal como son, con todas sus virtudes y ‘defectos’.