Explicación
Esta poderosa frase de María Montessori no solo encapsula su filosofía educativa, sino que también refleja una creencia profunda en la educación como herramienta fundamental para el cambio social y la paz mundial. Montessori, una educadora y médica italiana, revolucionó la educación infantil al enfocarse en la enseñanza personalizada y el respeto por la individualidad de cada niño. Su enfoque no solo se centró en la adquisición académica, sino también en fomentar una comprensión más profunda de la empatía, la autodisciplina y el respeto mutuo, elementos cruciales para cultivar una sociedad pacífica. Esta frase destaca la convicción de Montessori de que al educar adecuadamente a las nuevas generaciones, se puede sembrar la semilla de la paz que eventualmente erradicará los conflictos y promoverá la armonía global.