El refrán ‘Perro viejo no aprende trucos nuevos’ se utiliza a menudo para sugerir que las personas de más edad tienen dificultades para adoptar nuevas habilidades o cambiar sus formas de pensar. Pero, ¿es realmente cierto esto? Vamos a desgranar este dicho popular para entender mejor su significado y validez.
Origen del refrán
Este refrán tiene sus raíces en la creencia de que, al igual que los perros más viejos, las personas mayores pueden tener menos capacidad para adaptarse a nuevos aprendizajes o comportamientos. Sin embargo, la evidencia sugiere que la capacidad de aprendizaje no está necesariamente vinculada a la edad, sino más bien a la motivación y a la oportunidad.
¿Verdad o mito?
Contrario a lo que sugiere el refrán, numerosos estudios han demostrado que los cerebros de los adultos mayores son perfectamente capaces de formar nuevas conexiones neuronales, lo que es fundamental para el aprendizaje. La clave está en la plasticidad cerebral, que puede fomentarse independientemente de la edad.
Impacto en la sociedad
La creencia en este refrán puede tener consecuencias negativas, como la discriminación por edad en el ambiente laboral, donde se asume erróneamente que los trabajadores mayores son menos capaces de adaptarse a nuevas tecnologías o métodos de trabajo.
Explicación
Perro viejo no aprende trucos nuevos
Aunque es cierto que el aprendizaje puede requerir más tiempo en edades avanzadas, esto no significa que sea imposible. La salud cognitiva puede mantenerse y hasta mejorarse, siempre y cuando se proporcionen las condiciones adecuadas, como una buena salud física, una alimentación adecuada y ejercicio mental regular.