Quien mucho abarca, poco aprieta.
Explicación
El refrán ‘Quien mucho abarca, poco aprieta’ nos recuerda la importancia de no intentar hacer demasiadas cosas a la vez. Cuando tratamos de enfocarnos en múltiples tareas, es probable que ninguna se realice de manera óptima. Es mejor centrarse en lo esencial, aquello que realmente importa y garantiza un resultado de calidad.
Menos es más
A veces, al tratar de hacer mucho, olvidamos que *la calidad es más importante que la cantidad*. **Ponte en los zapatos** de un chef que quiere preparar diez platos diferentes al mismo tiempo. El *resultado* será un desastre culinario porque no puede concentrarse en cada detalle de cada plato.
Ejemplos cotidianos
1. Imagina que estás trabajando en un proyecto importante, pero al mismo tiempo estás chequeando tus redes sociales, respondiendo mensajes y mirando la televisión. La productividad baja y aumenta el estrés.
2. En la escuela, cuando te apuntas a todas las actividades extracurriculares, llega un punto en el que no tienes tiempo para estudiar ni para disfrutar nada en profundidad.
Consejos prácticos
**Prioriza** tus tareas: Haz una lista de lo que realmente importa y enfócate en esas actividades.
**Toma descansos**: No olvides que el descanso mejora tu capacidad de concentración y productividad.
**Aprende a decir no**: No tienes que decir que sí a todo. Aprende a decir no cuando sea necesario para mantener tu enfoque en lo importante.
**Delegar**: No intentes hacerlo todo tú solo. Si puedes delegar tareas, hazlo y enfócate en lo que realmente requiere tu atención.