Tanto va el cántaro al agua hasta que se rompe
Explicación
Este conocido refrán advierte sobre las consecuencias de repetir una acción sin reflexionar sobre sus posibles efectos negativos. La imagen del cántaro que se rompe tras ser llevado repetidas veces al agua sirve como metáfora para ilustrar que, aunque la persistencia es generalmente positiva, también tiene sus límites. Si insistimos ciegamente en algo, sin tomar en cuenta las advertencias o sin ajustar nuestro enfoque, podríamos enfrentarnos a resultados desfavorables. La sabiduría detrás de este proverbio radica en conocer cuándo es momento de detenerse o cambiar de estrategia antes de que nuestras acciones causen daño irreparable.