Explicación
**’El que mucho abarca, poco aprieta’** es un refrán popular que refleja una verdad cotidiana en la vida laboral y personal. Este dicho nos invita a reflexionar sobre la eficacia y los resultados que obtenemos al intentar hacer múltiples tareas simultáneamente. En lugar de dispersar nuestros esfuerzos en un sinfín de objetivos, sugiere que nos centremos en algo más específico y manejable. Es una invitación a la especialización y a dedicar nuestra atención y energía a un número limitado de tareas para ejecutarlas con excelencia. En un mundo donde la multitarea se ha vuelto una norma, este refrán nos recuerda la importancia de la concentración y el enfoque. Es un recordatorio de que, a veces, menos es más y que es preferible hacer bien pocas cosas que hacer mal muchas. La sabiduría detrás de este refrán reside en reconocer nuestras limitaciones y organizar nuestra carga de trabajo de manera que podamos apretar bien, es decir, realizar bien lo que hemos decidido abarcar.