A quien hierro mata, a hierro muere.
Explicación
Este refrán es una advertencia sobre las leyes implacables del destino y las consecuencias de nuestras acciones. Su origen, aunque difuso, se encuentra en las narrativas universales que hablan de justicia y retribución. El uso del hierro, simbolizando el arma o herramienta que causa daño, refuerza la idea de que el mismo medio que alguien utiliza para infligir daño, puede ser aquel que finalmente le cause su propia perdición.
Interpretación Cultural
Culturalmente, este refrán resuena con la creencia en una justicia cósmica o kármica donde cada acción genera una reacción equivalente. Refleja una doctrina antigua y persistente sobre la moral y el equilibrio ético que nos insta a reflexionar sobre cómo nuestras acciones impactan a otros y, en última instancia, a nosotros mismos.