Este refrán es ampliamente conocido y utilizado en muchos países de habla hispana. Se suele decir para enfatizar la importancia de ser diligente y aprovechar las oportunidades temprano en el día.
Origen del refrán
La frase proviene de la época medieval y ha sido popularizada a través de los años como un consejo para motivar a las personas a empezar sus tareas temprano.
Interpretación cultural
En la cultura latina, este refrán refleja la ética de trabajo y la idea de que el esfuerzo temprano se ve recompensado, tanto espiritual como materialmente.
¿Es siempre cierto?
Aunque es un buen consejo, no siempre se cumple literalmente. Existen múltiples factores que pueden influir en el éxito de las actividades diarias más allá de simplemente madrugar.
A quien madruga, Dios lo ayuda