Explicación
Este refrán popular destaca una ironía muy común en la vida cotidiana. Se espera que en el lugar donde se posee más conocimiento o recursos sobre algo, eso nunca falte o sea de la mejor calidad. Sin embargo, la realidad nos muestra que, muchas veces, en esos lugares es donde más escasea o donde se encuentra la peor calidad. Es una observación de cómo, a veces, nos descuidamos en nuestros propios dominios por concentrarnos en brindar servicios o productos a los demás, dejando lo propio en último lugar. Por ejemplo, un chef profesional que en su casa solo tiene comida congelada o un profesor de literatura que apenas tiene tiempo para leer por placer. «En casa de herrero, cuchillo de palo» es un recordatorio de la importancia de no olvidarnos de aplicar nuestro conocimiento y habilidades en nuestra vida personal tanto como en la profesional.