Perro que ladra no muerde
Explicación
Este refrán, a menudo escuchado en conversaciones y utilizado para apaciguar temores, sugiere que aquellos que hacen más ruido o son más vocalmente agresivos, rara vez pasan a la acción. La idea central es que la amenaza percibida a menudo es más ruido que sustancia. En el contexto de los perros, se refiere a que aquellos que ladran mucho, quizás en un intento de defender su territorio o advertir a los extraños, no son necesariamente los que terminarán mordiendo o causando daño físico.