El éxito no es final, el fracaso no es fatal: es el coraje para continuar lo que cuenta.
Explicación
Winston Churchill, un líder reconocido por su resiliencia y coraje durante los tiempos más difíciles de la Segunda Guerra Mundial, a menudo inspiraba con sus palabras. Esta frase, en particular, engloba una verdad profunda sobre la naturaleza humana y el proceso de alcanzar el éxito. El éxito no es un estado permanente o un destino definitivo, sino un momento de logro que debe ser continuado y extendido mediante el trabajo continuo y la dedicación. Del mismo lado, el fracaso no representa el fin de la carrera, sino una oportunidad para aprender y crecer. Lo esencial, según Churchill, reside en el coraje para levantarse después de caer y seguir luchando por nuestros ideales. Esta perseverancia es lo que realmente contabiliza en nuestra trayectoria hacia el éxito.