Explicación
El refrán ‘Por la boca muere el pez’ nos advierte sobre las consecuencias de hablar sin pensar. Originado en la conducta de los peces que, al abrir la boca, pueden ser capturados fácilmente, este refrán se ha utilizado para enseñar que, al igual que los peces, las personas pueden enfrentarse a situaciones adversas o comprometedoras por no medir sus palabras.
¿Cómo aplicarlo en la vida cotidiana?
Aquí hay cinco situaciones donde este refrán es especialmente relevante:Cuando estás enojado y podrías decir algo de lo que te arrepientas.En entrevistas de trabajo, donde cada palabra cuenta.Al dar feedback constructivo, pensando en cómo tus palabras afectarán a otros.En discusiones de pareja, donde hablar sin pensar puede herir profundamente.En redes sociales, donde un comentario impulsivo puede tener una amplia repercusión.